El diputado por el PP en el Congreso, Rafael Merino, ha mostrado en una frase la visión de la realidad de este país que tiene el partido que nos gobierna:
"La mayoría de los pensionistas están enormemente agradecidos al gobierno".
Lo que no ha especificado el diputado Merino, es si este enorme agradecimiento es por la no adecuación de las pensiones al IPC real, por la eliminación de medicamentos del sistema sanitario o por el aumento del IRPF, que también sufren los pensionistas.
No fue hace mucho tiempo cuando la ministra de empleo, Fátima Báñez, afirmaba que la reforma laboral estaba creando empleo; o cuando el ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, ensalzaba los "presupuestos más sociales de la democracia".
En fin, una mentira más, ya son pocas las promesas que les quedan por incumplir, de un gobierno sin palabra que afirmaba que con su sola presencia iba a solucionar los problemas que asolan al país. La excusa de la herencia recibida, estirada durante un año, ya no cuela, y tanta elasticidad puede acabar rebotando en sentido contrario y estallándole en la cara; pues los ciudadanos ya están hartos de sus mentiras y su particular visión de una realidad que es muy distinta a la que ellos nos pretenden hacer creer.
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