martes, 19 de agosto de 2008

NI UNA MÁS

Eres un mierda. No se te ocurra volver a ponerme la mano encima. ¿Qué coño pasa por tu cabeza cuando me miras con los ojos inyectados en sangre y la mano levantada? Te crees con derecho a controlar mi vida, a decidir qué me pongo o con quien salgo. Pues olvídate. ¿Quién coño te crees que eres? Tienes el cerebro lleno de mierda. Confundes el amor con la obsesión, el querer con la posesión, confundes mi vida con la de alguien que no soy yo. Y no voy a cambiar. Tú no me vas a cambiar.
La próxima vez que sientas tu puño lleno de ira hazme un favor y golpea tu cara, así tu cabeza podrida sentirá adonde te lleva tu odio.
Y si se te ocurre mirar el cuchillo de cocina hazte un favor a ti mismo, húndelo en tu carne. Y sentirás como la vida de mierda que llevas se escapa de tu cuerpo
mortal.

viernes, 15 de agosto de 2008

PEKIN 2008

Hace una semana que comenzaron los XXIX Juegos Olímpicos en Pekín. Hace aproximadamente un año que me propuse desde esta página boicotearlos y no verlos por televisión. Las razones que a ello me llevaron son de sobra conocidas por todos, y aunque giremos la cabeza y miremos para otro lado siguen ahí. Hubo una pequeña esperanza de acabar con toda esta farsa y dar un golpe en la mesa cuando hace unos meses China decidió reprimir salvajemente los deseos de libertad del pueblo tibetano. Fue entonces cuando se sucedieron las manifestaciones de influyentes gobernantes mundiales que amenazaron con boicotear los distintos actos oficiales paralelos a las olimpiadas. Al final, desgraciadamente, ellos también miraron para otro lado y hace una semana estaban todos en el palco de autoridades durante la ceremonia de apertura.
Durante estos siete días no he visto las exhibiciones de Phelps en natación, los partidos en los que nuestra selección de baloncesto ha presentado su candidatura a la medalla de oro, los drives de Nadal o el triunfo de Samuel Sánchez en ciclismo. No he visto nada y así seguiré durante los próximos siete días en los que el atletismo entra en escena y cientos de deportistas lucharán por cumplir el sueño para el que se han preparado concienzudamente durante los últimos cuatro años.
Lo que sí he visto durante estos siete días es que China sigue sin haber mostrado ninguna señal de aperturismo en todo este tiempo. La represión en Tibet no ha cesado desde la violenta respuesta que suscitaron las revueltas del pasado mes de Marzo. La minoría musulmuna uigur sigue siendo atacada, marginada y confinada en el extremo noroccidental del país. La libertad de prensa no existe, internet es custodiado por las autoridades chinas, los blogs son censurados y todo aquel que ose reclamar su libertad de pensamiento o asociación es brutalmente castigado. Incluso a los propios atletas se les ha prohibido cualquier manifestación de índole político, ¿osará algun@ violar esta prohibición? Miles de presos políticos siguen en sus celdas y los juicios sumarísimos volverán cuando la prensa extranjera haya abandonado el país al finalizar los juegos.
También he visto como activistas que pretendían llamar la atención sobre lo que allí ocurre han sido detenidos y se desconoce su situación actual. Sólo los periodistas que cubrían las protestas son liberados con celeridad para evitar dar publicidad a los arrestos.
He visto como la Plaza de Tiananmen, tristemente célebre por la masacre de Junio de 1989 se convierte en reclamo turístico para mayor gloria del régimen chino.
Se conminó a las autoridades chinas a que permitieran las protestas de ciudadanos durante los juegos y crearan para tal fin una "zona de manifestaciones"; pero claro, todo aquel que quiera hacer uso de ella debe contar con un permiso especial del gobierno, que por supuesto no tiene intención de otorgar ninguno.
China parece estar arrasando en estos juegos, y esto es gracias al dolor y al obligado sacrificio de cientos de niños que durante años han sido apartados de sus familias y sometidos a entrenamientos inhumanos.
A China se le premió con la celebración de estos XXIX Juegos Olímpicos como respuesta a un aperturismo económico que ha reportado ingentes beneficios a sus nuevos socios occidentales. Y esto parece ser lo único que importa hoy en día, ya que el respeto a la vida y la libertad, valores inherentes al espíritu olímpico, siguen brillando por su ausencia mientras las delegaciones internacionales mantienen sus ojos fijos en los estadios, las pistas y los millonarios contratos suscritos con el gigante asiático.




en memoria de los sueños y las vidas rotas en Tiananmen (Junio de 1989)