jueves, 3 de octubre de 2013

TRES DÍAS DE NOVIEMBRE

Los próximos 8, 9 y 10 de Noviembre tendrá lugar en Madrid y bajo el título “Ganarse el Futuro”, la Conferencia Política del PSOE.
Unos días largamente esperados por todos sus afiliados, pero también por todos aquellos ciudadanos que sin una implicación directa en política, sí que simpatizan con un partido que, y a las últimas elecciones y sondeos de intención de voto me remito, les ha decepcionado.
La fuerza de un partido está en su militancia, en sus bases y en los ciudadanos que con sus votos les otorgan su confianza. Así, éste debe ser construido desde abajo, escuchando a esas voces que, en la mayoría de los casos, sin ambiciones ni aspiraciones individuales de ningún tipo, quieren que el partido camine en la senda que su ideología marca, esa por la que un día decidieron formar parte de él.
Por tanto, el título que ampara esta Conferencia Política no puede ser más idóneo, pues es realmente el futuro del PSOE el que está en juego. Las voces críticas dentro del partido, esas que siempre han estado y siempre deberán estar, pues sin crítica no hay debate, y sin debate es imposible avanzar, son un clamor. La desafección entre los ciudadanos también está en máximos y el futuro será desolador si tras estos tres días de noviembre no empiezan a suceder cosas. Porque hasta ahora no ha habido más que palabras, pero de hechos pocos; bien porque no toca, bien porque es necesario dar imagen de unidad o bien porque hay que marcar los tiempos y esperar el momento adecuado, pero el caso es que siempre se busca una razón, o quizás sería mejor decir una excusa, que justifique el inmovilismo.
Pero esta vez no hay razones o excusas que valgan. Si el PSOE quiere un futuro como partido, si el PSOE quiere una militancia y una ciudadanía que crea en un proyecto socialista de izquierdas liderado por el partido, tiene que dar pasos significativos, y estos pasos deben salir de esos tres días de noviembre con un calendario y el compromiso de cumplirlo. Porque muchos de esos militantes que siempre le han defendido, aún sintiéndose incómodos ante la dirección que el partido ha ido tomando en estos últimos tiempos, algunos hablarían no ya de años, sino de décadas incluso, ya no están dispuestos a continuar sin ser escuchados, a seguir dando la cara por un partido que en no pocas ocasiones sienten que ya no es el que sus siglas y su historia indican.
Debemos abrir el partido, no sólo a la militancia, sino también a la ciudadanía, es vital recuperar el espacio en la calle que hemos perdido. Debemos posicionarnos claramente ante temas en los que hemos mantenido una ambigüedad clamorosa. ¿No somos socialistas? ¿No somos de izquierdas? Pues vamos a actuar como tal, vamos a olvidarnos del poder y de buscarlo a cualquier precio. Sentémonos entre el pueblo, pues son quienes nos impulsarán de nuevo hacia arriba si nos vuelven a ver como uno de ellos y conseguimos recuperar su confianza.
Existe un dicho que dice que el movimiento se demuestra andando, sin embargo el PSOE parece siempre estar diciendo que va a ir, pero realmente nunca acaba llegando allí donde dice que irá; pues bien, es el momento de andar y, esta vez sí, de llegar. Es el momento de dejar a un lado ese partido “atrápalotodo” en el que, con la intención de ampliar su espectro político y contar con un mayor número de votos, se ha convertido, y recuperar el espacio ideológico que le corresponde y que hace tiempo perdió ante esta deriva identitaria que le ha llevado incluso a tomar posiciones antagónicas para un partido que contiene la palabra “socialista” en su nombre.
Los próximos 8, 9 y 10 de noviembre son 134 años de historia los que están en juego. Y si es preciso otro Suresnes que reconduzca la dirección del partido, que así sea.