miércoles, 11 de julio de 2012

¡BASTA YA!

¡Basta ya! ¿Se piensan que somos tontos? ¿hasta dónde va a llegar su desfachatez e insolencia? ¿hasta dónde va a llegar la capacidad de aguante de la ciudadanía?
Hoy el presidente del gobierno ha anunciado la aplicación de nuevas medidas de recorte económico a sumar a las ya tomadas durante la legislatura; medidas, todas ellas, que en su momento, sólo hay que mirar las hemerotecas, dijo que jamás tomaría si llegaba a gobernar. A saber, han subido el IVA y el IRPF, congelado los salarios de los empleados públicos, introducido el copago sanitario, disminuido el importe neto de las pensiones, reducido la inversión en I+D y desmantelado la educación pública. Además de crear una reforma laboral que rompe definitivamente el ya de por sí precario equilibrio entre empresarios y trabajadores. Y todo ello en sólo siete meses y medio de gobierno.
El pp, amparado en la mayoría absoluta que le otorgaron las urnas el pasado noviembre, se comporta con vehemencia absolutista para transformar el estado en el que vivimos en aquel que es "su idea de estado", siguiendo los dogmas neoliberales más reaccionarios.
A todo ello se le añade una total complacencia con la banca y los mercados, a los que en lugar de regular para evitar errores pasados, les inyecta capital, que todos pagaremos, y les permite hacer y deshacer a su antojo.
¿Dónde está la confianza que la sola presencia del pp en el gobierno español traería a los agentes especuladores? ¿Dónde está la recuperación económica y del mercado laboral que sus reformas traerían?
Mintieron cuando eran oposición y siguen mintiendo ahora que nos gobiernan.
Están legitimados por las urnas, pero que nadie olvide que la soberanía de la nación reside en el pueblo. Y este pueblo ya empieza a estar harto de tanta mentira y de tanta carga sobre sus ya maltrechos hombros y espaldas.
Los ciudadanos también estamos legitimados para romper un gobierno y unas cortes generales. Si nos lo proponemos y nos unimos, no habrá nada ni nadie que pueda impedirlo, ni fuerza estatal que pueda pararnos.
Así que bien haría el actual gobierno, y cualquier otro que llegara en un futuro, en escucharnos de una vez.