domingo, 25 de noviembre de 2012

25 DE NOVIEMBRE. UNA FECHA PARA RECORDAR, UNA FECHA PARA OLVIDAR

Un 25 de noviembre de 1960, tres hermanas dominicanas, Patria, Minerva y Mª Teresa Mirabal, fueron asesinadas por orden del dictador Trujillo.
Tras años de continuas vejaciones, violaciones e ingresos en prisión por su oposición al régimen y su lucha por los derechos de las mujeres, las tres hermanas fueron emboscadas y quitadas de en medio por aquellos para quienes se habían convertido en un molesto problema.
Hoy, cincuenta y dos años después, sucesos como aquel siguen formando una tétrica parte de nuestro presente. Hoy, mujeres en todo el mundo siguen siendo violadas, vejadas e infravaloradas por el simple hecho de ser mujeres. Hoy, un mundo de hombres sigue viendo a sus mujeres como alguien a quien controlar y someter.
Las escalofriantes cifras de mujeres víctimas de violencia sexual o de género, las desigualdades salariales y laborales y el papel de la mujer en muchas sociedades, hablan muy a las claras de la mentalidad para con ellas de este mundo de hombres en el que vivimos y que, lamentablemente, muchos se empeñan en mantener.
Hoy, 25 de noviembre, traemos a nuestra memoria a todas estas mujeres con la esperanza de que no vuelva a ser una fecha para recordar, y con el deseo de que aquello que conmemora sea sólo un mal recuerdo del pasado.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

DE PERAS Y MANZANAS

Esta es la historia de un partido político, el PP, que presentó un vergonzoso recurso de inconstitucionalidad contra una ley, la del matrimonio homosexual, que otorgaba unos derechos a quienes no los tenían y que fue aprobada por el anterior ejecutivo.
Un partido político que se hizo gobierno absoluto y que, sin temblarle el pulso lo más mínimo, lleva un año gobernando a base de decretos, de espaldas a la ciudadanía e imponiendo su idea de estado y de España.
Pero en lo relativo a este recurso, y a pesar de sus continuas muestras de desprecio por el consenso político y social, no ha tenido la insolencia ni la gallardía suficientes, ya que podrían resultar lesivas en clave electoral, para revocar una ley a la que se opuso y recurrió vilmente, esperando que fueran los jueces quienes lo hicieran.

En tanto esto sucedía, este partido político que conforma el actual gobierno, disfrazaba su aversión a que los homosexuales pudieran casarse con las excusas más pueriles sin quitarse en ningún momento la careta y mostrar quienes y cómo son realmente.
Ahora sólo queda esperar su reacción al respecto del fallo a favor de la ley que ha resuelto el Tribunal Constitucional, el mismo que ya han hablado de eliminar en alguna ocasión en que no ha sido favorable a sus pretensiones; aunque dada su facilidad para el embuste y las medias verdades esta reacción probablemente consistirá en negar la mayor y mirar para otro lado mientras degustan unas peras y unas manzanas, eso sí, juntas, no revueltas.