viernes, 27 de marzo de 2009

LA OTRA SEMANA SANTA

Porque el sida mata a dos millones de seres humanos cada año,
porque millones de personas son infectados por E.T.S.
porque millones de mujeres se quedan embarazadas sin desearlo.
SÍ AL USO DE CONDONES COMO ANTICONCEPTIVO Y BARRERA CONTRA ENFERMEDADES.
SÍ A UNA LEY DEL ABORTO QUE PERMITA A LA MUJER DECIDIR.
Y la iglesia que vuelva a sus templos y deje los micrófonos.

jueves, 19 de marzo de 2009

confesiones...

"El uso del preservativo no soluciona el problema del sida, sino que lo agrava". "El sida debe combatirse desde una mayor espiritualidad y humanidad de las relaciones humanas".
Estas dos perlas fueron dejadas por el papa nada más pisar suelo africano. Unas manifestaciones que podrían catalogarse como cómicas sino fuera porque las pronunció en un continente asolado por una enfermedad que se calcula que afecta a cerca de un 4% de la población africana y supone el 75% de los casos de sida en el mundo.
La conferencia episcopal española no ha tardado en hacerse eco de estas declaraciones y suscribir las palabras del pontícife, uniéndolas a la reciente campaña iniciada contra el proyecto de reforma de la ley del aborto.
Realmente ha esta gente se le ha ido la olla hace ya mucho tiempo y han decidido iniciar una huida hacia delante ante un mundo que rechaza sus tesis e ideas trasnochadas. No hace tanto tiempo que la curia eclesiástica se sentaba junto a aquellos que gobernaban europa con mano de hierro y asistían impasibles ante los abusos cometidos por estos contra la población. Hoy en día las pocas monarquías o repúblicas teocráticas existentes son denostadas y están en el punto de mira por la violación constante de los derechos humanos cometidos en estos paises. Allí donde la aconfesionalidad de los gobiernos deja a la religión en la privacidad de cada uno de sus ciudadanos resulta que la iglesia, anhelando los tiempos en que dictaba leyes y sus doctrinas eran escuchadas por aquellos que tenían el poder, se permite la osadía de levantarse contra leyes dictadas o propuestas por gobiernos electos democraticamente.
Una vez más la iglesia no hace sino reafirmarnos en nuestra decisión a todos aquellos que hace tiempo decidimos apostatar y renunciar a una fe que, en la mayoría de los casos, nos fue impuesta. Realmente no entiendo como aún hoy en día sigue habiendo gente que por defecto bautiza a sus hijos, dando de este modo argumentos a la iglesia católica para seguir en la misma línea.
La religión debe circunscribirse al ámbito privado de cada individuo. A nadie le importa lo que su dios opine acerca de leyes dictadas por el ser humano para el ser humano.