miércoles, 23 de noviembre de 2011

CONCLUSIONES TRAS EL 20N

Después de analizar los datos arrojados por los votos computados en las elecciones celebradas el pasado 20N, podemos sacar una serie de conclusiones.
Una de ellas es que decir que el PP ha ganado las elecciones porque los ciudadanos españoles han apostado por el cambio, tal y como dice su slogan electoral, sería una afirmación cuando menos discutible, ya que sería más correcto decir que el PSOE ha perdido la confianza del electorado y el PP ha sacado provecho de la dispersión de esos votantes para convertirse en la fuerza política más votada. El número de votos recibido por el PP es de 10,830,693, es decir, unos 600,000 más que en las pasadas elecciones, un millón más que en las de 2004, y sólo 400,000 más que en la anterior mayoría absoluta del PP en el año 2000. ¿Qué significa esto? Significa que el suelo de votos del PP está en torno a los 10 millones y medio de votantes, y la variación de éste con los votos recibidos es fundamentalmente consecuencia del aumento del censo electoral. Sin embargo el suelo del PSOE es mucho más variable, los datos así lo refutan, recibiendo en sus dos victorias electorales de 2004 y 2008 en torno a los 11 millones de votos, mientras que en estas últimas de 2011 y en las de 2000, el número de votos fue de cerca de 7 y 8 millones respectivamente. Partidos nacionalistas aparte, si el PP aglutina los votos de todo el espectro conservador del mapa político español, el PSOE aglutinaría el voto progresista. Existe, no obstante una gran diferencia, mientras la fidelidad de los votantes del primero es continua e incuestionable; esto no ocurre así con los votantes progresistas, ya que cada vez que el PSOE se ha alejado de las políticas que se supone debe llevar a cabo, una gran parte de estos le abandonan y optan bien por la abstención bien por otras opciones, pero eso sí, practicamente ninguno de ellos depositará su confianza en el PP, contradiciendo de este modo el slogan con el que ha acudido a la pasada campaña electoral; ya que podemos afirmar que practicamente nadie se ha sumado al cambio, sino que han sido los errores del PSOE en sus años de gobierno los que le han servido el triunfo electoral en bandeja de plata.
Otro dato que arrojan las cifras de votos, y esto es algo recurrente en cada proceso electoral, es lo tremendamente injusto que es la ley D`Hont como modelo para la adjudicación de los escaños parlamentarios. Esta ley, que tiene su origen en los años de la transición, fue adoptada con el objetivo de evitar una excesiva fragmentación de las cortes en pro de una supuesta mayor operatividad, pero la realidad que subyace es que fue hecha con la intención de favorecer a los grandes partidos que diseñaron, de este modo, un modelo a su medida para asegurarse su dominio del parlamento y, en consecuencia, el poder de decisión sobre la adjudicación de puestos en la adminsitración que de éste emanan. Un monopolio del poder tristemente histórico en España, desde los tiempos en que Cánovas y Sagasta se repartían los sucesivos gobiernos de finales del siglo XIX y principios del XX.
Con un modelo de circunscripción única para la cámara baja, el reparto de fuerzas políticas en el hemiciclo quedaría de la siguiente forma (entre paréntesis los escaños realmente obtenidos), lo que, como podemos observar, desmonta la tesis de que los grandes beneficiados sean los partidos nacionalistas.
(nota: he tomado un mínimo de 100,000 votos para obtener representación)
PP: 163 (186)
PSOE: 105 (110)
IU-LV: 25 (11)
UPyD: 17 (5)
CIU: 15 (16)
AMAIUR: 5 (7)
EAJ PNV: 5 (5)
ESQUERRA: 4 (3)
BNG: 3 (2)
CC-NC-PNC: 2 (2)
COMPROMIS-Q: 2 (1)
FAC: 0 (1)
GBAI: 0 (1)
EQUO: 3 (0)
PACMA: 1 (0)
Con este modelo de circunscripción única, los partidos nacionalistas mantendrían su presencia parlamentaria: 37 frente a 38, mientras que serían los dos grandes partidos, PP y PSOE, los que con 28 escaños menos, perderían su posición de fuerza en el congreso, no dándose ningún caso de mayoría absoluta en ninguna de las elecciones generales celebradas en España desde que se reinstauró la democracia en 1977.
Finalmente, y ya como conclusión final, desde esta página insto a que se acelere un cambio en el PSOE, el partido debe mirar hacia sus militantes y sentar las bases de una acción política fiel a su ideología y sus principios. Debe recuperar esos valores por los que muchos les hemos otorgado nuestra confianza con nuestro voto y ejercer el liderazgo, en conminencia con el resto de partidos de izquierdas, para que los ciudadanos progresistas volvamos a sentirnos representados por el gobierno de nuestro país.
E igualmente me sumo a las millones las voces que piden un cambio en la ley electoral para que las cortes representen de una forma más fehaciente el sentir político de España y para evitar un bipartidismo que no hace ningún bien a la democracia. Un sistema más justo de representación, más acorde con las demandas de la ciudadanía y que, igualmente, motivaría a esos grandes partidos a mostrarse más cercanos al electorado, sabedores de que su cómoda posición ya no es inamovible.

(Los cifras de votos son las ofrecidos por el Ministerio del Interior en su página web).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fundamental lo de la ley electoral. Más, incluso, que la renovación del PSOE. Queremos opciones dignas de nuestro voto y libertad para ejercerlo, sin que tengamos que votar para evitar la llegada de ningún partido

Yago dijo...

Soy Yago...

luiso dijo...

Totalmente de acuerdo Yago. En cuanto a lo del PSOE, ya sabes, se me ve el plumero. Lo que no excluye mi crítica hacia el abandono que el partido ha hecho de su ideología. Por esto considero fundamental la existencia de un mayor númeo de fuerzas progresistas en la política española; para que, entre otras cosas, no permitan al socialismo dar la espalda a sus ideales.
Un abrazo tron