Alucino con las declaraciones de la conferencia episcopal por boca de su portavoz monseñor Camino. Amenaza con excomulgar y califica de herejes y de cometer pecado público a aquellos diputados que voten a favor de la reforma de la nueva ley del aborto.
Convendría recordar a este personaje que se gusta tanto delante de unas cámaras, que estos diputados a los que en nombre de la institución que representa pretende coaccionar de forma tan burda e inquisitoria, fueron elegidos por los hombres y las mujeres de este país para que lo gobernaran y dictaran las leyes oportunas para tal menester, leyes en las que algo tan subjetivo como la superstición no tiene cabida.
Afortunadamente no vivimos en el siglo XV y nuestros diputados están por tanto libres de morir quemados en la hoguera; en vista de ello, Rouco y sus acólitos se tienen que conformar con envíar al infierno a quienes cometan semejante afrenta. Un lugar éste que ahora parece volver a existir según ellos, y que debe ser un lugar maravilloso porque es donde acabaremos todos aquellos que vivimos la vida con cierta coherencia y de acuerdo a nuestra condición humana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Cuando escuchas este tipo de declaraciones es cuando te das cuenta de la falsa que siempre ha sido la iglesia, esa que defiende el catolicismo una religión que se supone que es todo "paz", "humildad", y "acercamiento" a las personas que lo necesitan, todo eso que promulga la fe es algo a lo que la iglesia no hace más que mirar hacia otro lado.
En vez de dedicarse a lo que la biblia dice que se deberían de dedicar, solo se dedican a hacer política, a recaudar fondos amenazando a la población que si no lo hacen irán al infierno, o poniendo anuncios en la televisión que son del todo absurdo.
A mí que me excomulguen!!!!!!
Publicar un comentario