domingo, 15 de febrero de 2009

ESCLAVOS DEL NUEVO SIGLO

"Los propietarios del capital estimularán a la clase trabajadora para que compre más y más bienes, casas y tecnología cara; empujándoles a contraer deudas más y más caras hasta que la deuda se haga insoportable".
(El Capital - Karl Marx)

Estas palabras fueron escritas en la segunda mitad del siglo XIX, un tiempo en que la revolución industrial convirtió la vida de los trabajadores en un régimen de esclavitud con el fin de conseguir un estatus de bienestar para ellos y sus familias. Hoy en día las condiciones laborales son infinitamente mejores que las de nuestros antepasados hace ciento cincuenta años, pero mirando a su alrededor uno puede observar como el trabajo no es sólo el encargado de proporcionarte un nivel económico que te permita disfrutar de la vida, sino que atrapados en la superficialidad y la vacuidad de una vorágine consumista nos vemos obligados a ampliar nuestra jornada laboral y aceptar condiciones de trabajo leoninas para pagar esas deudas contraidas por nuestra pérdida de perspectiva acerca de qué es lo que de verdad precisamos para vivir.
La crisis económica que nos afecta viene en gran medida motivada por todo esto. Cierto es que nadie nos ha obligado a adquirir unos bienes que en muchas ocasiones eran rapidamente reemplazados de una forma caprichosa por una versión mejorada del mismo, con el consiguiente aumento del desembolso inicial realizado y echándonos en brazos de aquellos que poseen el dinero que precisamos para comprarlos. Éstos a su vez nos han dado todas las facilidades del mundo: préstamos, préstamos sobre préstamos, sobretasaciones; dando así una nueva vuelta de tuerca a nuestro endeudamiento.
De este modo acabamos siendo esclavos de todo aquello que compramos con la intención de hacer más grata una vida que en muchos casos no tenemos siquiera tiempo de disfrutar.

4 comentarios:

Yago dijo...

Pues tienes razón, querido Luis. Hace tiempo que pienso y digo que una gran parte de la actual crisis económica tiene su origen en la codicia sin límetes del ser humano: un montón de gente se ha embarcado en una serie de gastos sin fin que superaban con creces su capacidad económica recurriendo, por tanto, a un crédito que, a duras penas, podían pagar. Vivir por encima de las posibilidades de uno tiene unos límites y estos se han superado. No se puede pagar una hipoteca de 1.000€ si tu sueldo es de 1.200€; es una locura pero la gente se empeña en comprar y no alquilar y así con todo. Pues el resultado ya lo hemos visto... Los malos y lo que hacen todos lo sabemos, ahora toca también reconocer nuestra culpa si queremos superar la situación.
Abrazo,

Jose A. Sencianes Ortega dijo...

que pasa chavalote.... vaya blog profundo que tienes macho!! Anímate a colgar tus dibujos, así pones una nota artística y creativa a tus palabras. Espero nos veamos pronto.. y si es en alguna movida con barbacoa e ibéricos por delante mejor que mejor! Un abrazo!

Yago dijo...

Grandes palabras que nos han colado, querido Luiso. O mejor dicho, se las han colado primero a D. Cayo Lara, excmo. coordinador de IU que, mal asesorado, las soltó en un discurso antes de que finalmente se descubriera que era uno de esos bulos que circulan por Internet.
Me temo que la palabra "tecnología" está más que ausente en El Capital...

Anónimo dijo...

Pues olvidemos la reseña bibliográfica y centrémonos en las palabras que, las dijera quien las dijera, siguen reflejando una triste realidad de la sociedad "primermundista".