China, el gigante asiático, el país más poblado del mundo, continúa sometiendo a su población a un régimen dictatorial en el que la libertad de expresión, la libertad de asociación y los derechos individuales son anulados sistemáticamente.
China, donde en pos de una política de planificación familiar, miles de mujeres son forzadas a abortar y/o son esterilizadas cada año.
China, donde miles de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares para posibilitar la construcción de presas y centrales energéticas.
China, donde buscando un rápido desarrollo industrial, las emisiones de gases contaminantes han aumentado exponencialmente. No respetando en absoluto los acuerdos de Kyoto sobre medio ambiente. Donde las industrias químicas y mineras proliferan contaminando sus cursos fluviales y todo bajos unas medidas de seguridad irrisorias, como demuestran los continuos accidentes que se han sucedido en los últimos años, con el coste de vidas humanas y ecológico correspondiente.
China, donde las comunidades tibetanas y uigur son perseguidas y obligadas a abandonar sus tierras.
China, que invadió el Tibet, masacró a sus habitantes y promueve la inmigración al país de los Himalayas con el fin de hacer desaparecer la etnia tibetana mediante la mezcla de sangres.
China, que saltándose el embargo de la ONU a Sudán, comercia con el país africano para obtener petróleo y gas. Colaborando de este modo a que el conflicto en Darfur se prolongue en el tiempo.
China, donde diariamente son procesados activistas y partidarios de un cambio político bajo la acusación de subversión y delitos contra la seguridad nacional.
China, donde la tortura y los malos tratos en instituciones estatales se suceden continuamente. Donde cientos de miles de personas son detenidas sin cargo alguno y condenadas sin siquiera ser juzgadas.
China, donde se apresa a miembros de asociaciones y grupos religiosos no aprobados por el régimen de Pekín, como los seguidores del movimiento espiritual Falun Gong. Quienes son arrestados y enviados a “campos de reeducación” donde sufren constantes abusos y vejaciones.
China, donde la pena capital está a la orden del día. Donde, según cálculos de Amnistía Internacional, durante el año 2004 fueron ejecutadas 3400 personas y más de 6000 fueron condenadas a muerte. Aunque, y de acuerdo a fuentes extraoficiales dentro del mismo gobierno chino, estas cifras son muy superiores, llegando el número de ejecuciones a 10000. No hay cifras oficiales, ya que China siempre se ha negado a facilitar cualquier información referente a sus procesos penales, negando la entrada a observadores de ONGs.
Pues bien, en China, donde no hay libertad, no hay respeto a la vida ni respeto al medio ambiente; todos ellos valores que pretende inculcar el espíritu olímpico; se van a celebrar los próximos Juegos Olímpicos.
Yo, por mi parte, los pienso boicotear, y no los veré por televisión…
¿Y tú?
SALUD
China, donde en pos de una política de planificación familiar, miles de mujeres son forzadas a abortar y/o son esterilizadas cada año.
China, donde miles de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares para posibilitar la construcción de presas y centrales energéticas.
China, donde buscando un rápido desarrollo industrial, las emisiones de gases contaminantes han aumentado exponencialmente. No respetando en absoluto los acuerdos de Kyoto sobre medio ambiente. Donde las industrias químicas y mineras proliferan contaminando sus cursos fluviales y todo bajos unas medidas de seguridad irrisorias, como demuestran los continuos accidentes que se han sucedido en los últimos años, con el coste de vidas humanas y ecológico correspondiente.
China, donde las comunidades tibetanas y uigur son perseguidas y obligadas a abandonar sus tierras.
China, que invadió el Tibet, masacró a sus habitantes y promueve la inmigración al país de los Himalayas con el fin de hacer desaparecer la etnia tibetana mediante la mezcla de sangres.
China, que saltándose el embargo de la ONU a Sudán, comercia con el país africano para obtener petróleo y gas. Colaborando de este modo a que el conflicto en Darfur se prolongue en el tiempo.
China, donde diariamente son procesados activistas y partidarios de un cambio político bajo la acusación de subversión y delitos contra la seguridad nacional.
China, donde la tortura y los malos tratos en instituciones estatales se suceden continuamente. Donde cientos de miles de personas son detenidas sin cargo alguno y condenadas sin siquiera ser juzgadas.
China, donde se apresa a miembros de asociaciones y grupos religiosos no aprobados por el régimen de Pekín, como los seguidores del movimiento espiritual Falun Gong. Quienes son arrestados y enviados a “campos de reeducación” donde sufren constantes abusos y vejaciones.
China, donde la pena capital está a la orden del día. Donde, según cálculos de Amnistía Internacional, durante el año 2004 fueron ejecutadas 3400 personas y más de 6000 fueron condenadas a muerte. Aunque, y de acuerdo a fuentes extraoficiales dentro del mismo gobierno chino, estas cifras son muy superiores, llegando el número de ejecuciones a 10000. No hay cifras oficiales, ya que China siempre se ha negado a facilitar cualquier información referente a sus procesos penales, negando la entrada a observadores de ONGs.
Pues bien, en China, donde no hay libertad, no hay respeto a la vida ni respeto al medio ambiente; todos ellos valores que pretende inculcar el espíritu olímpico; se van a celebrar los próximos Juegos Olímpicos.
Yo, por mi parte, los pienso boicotear, y no los veré por televisión…
¿Y tú?
SALUD