sábado, 19 de mayo de 2007

LAS FOSAS DE FRANCO

(Carta enviada por Alberto a El Pais. Gracias por ayudar a que esto crezca)

Recién acabada la lectura del libro LAS FOSAS DE FRANCO (Emilio Silva, Ed. Temas de Hoy) en la que el autor relata los inicios de la ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA, creo haber encontrado una respuesta a la pregunta qué más me ha inquietado en los últimos años: ¿cómo es posible que 10 millones de españoles sigan votando a este PP?.
Durante el último lustro no me ha sorprendido demasiado la actitud tan prepotente como desvergonzada de muchos líderes de este PP. Lo que me asombra es que much@s ciudadan@s les siguen dando su respaldo a pesar de la inequívoca falta de espíritu democrático y ético que demuestran día a día.
LAS FOSAS DE FRANCO, me ha recordado que la historia del franquismo ha sido prácticamente nula en mi formación escolar. Yo hice gran parte de la EGB en plena transición y ahora a mis 38 españoles años conozco mejor la historia nazi, las dictaduras chilena, argentina, cubana, etc. La mayoría de los españoles de menos de 40 años no tenemos mucha idea de lo que ocurrió en aquel infame periodo.
No hago esta reflexión con ánimo revanchista ni mucho menos. Simplemente creo que la tan alabada transición sirvió más para buscar la impunidad legal y moral de millones de personas que para aprender de los errores cometidos.
Así hoy, esa desvergüenza y falta de pudor que destilan tanto los líderes de la derecha rancia como muchos de sus votantes es digna heredera de aquellos años en los que la degradación moral, la humillación y el cretinismo eran el “pan nuestro de cada día”.
Desde aquí rindo homenaje a todas aquellas personas que tuvieron a sus seres queridos y su dignidad enterrada durante tantos años.

Alberto Vergara


1 comentario:

luiso dijo...

Cierto. Sólo hay que recordar que aquí lo que siempre se ha hecho es mirar para otro lado. Si con Franco no había libertad se miraba para otro lado y uno se conformaba con que al menos se tenía un plato de comida y un techo bajo el que vivir. Y así pasaron ¡cuarenta años! Yo estudié en el colegio aquello del gobierno del general franco (me niego a escribir con mayúscula a tan despreciable personaje) y claro, tú de verdad pensabas que fue un gobierno como cualquier otro que hubiera en ese momento. Nadie te hablaba de las ejecuciones, de los juicios sumarísimos, de los cadáveres en cunetas, de la tiranía. Todo había que olvidarlo, y no para crear concordia, si no, como muy bien has dicho, porque así se negoció con el fin de que muchos escaparan impunemente de su siniestro pasado. Muchos de ellos se disfrazaron de demócratas y entraron en la vida política. Y de aquellos barros tenemos estos lodos. No me extraña que no quieran remover el pasado, a algunos el fango les llegaría al cuello.