Algo está podrido en este país cuando se condona su deuda fiscal a grandes fortunas que han delinquido mediante la evasión de impuestos, cuando a los bancos se les inyectan miles de millones de euros para salvarlos de la quiebra y tapar los agujeros que sus malas inversiones han creado, y cuando las políticas que se generan, con el objetivo de recuperar la economía, consisten únicamente en recortar gasto publico, disminuir derechos y abandonar el papel del estado en sectores estratégicos de la sociedad, quedando estos en manos de poderes económicos cuyo único fin es el propio beneficio.
Y mientras todo esto sucede ante la indignación de los ciudadanos, la sociedad regresa a niveles de estratificación y polarización que parecían olvidados y las personas son desahuciadas de sus casas y de sus vidas.
Definitivamente algo huele a podrido en España.
Y mientras todo esto sucede ante la indignación de los ciudadanos, la sociedad regresa a niveles de estratificación y polarización que parecían olvidados y las personas son desahuciadas de sus casas y de sus vidas.
Definitivamente algo huele a podrido en España.