domingo, 21 de noviembre de 2010

OTRO 25 DE NOVIEMBRE

Un año más el día 25 de Noviembre lamentablemente vuelve a ser el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género. Digo lamentablemente porque albergo toda mi esperanza en que llegue el año que este día no sea necesario y ninguna mujer sea víctima del uso indiscriminado de la violencia por el hecho de ser mujer en un mundo en el que los hombres se siguen creyendo con la potestad de decidir sobre la vida de éstas.
Las cifras hablan por sí solas. En los últimos ocho años en España, con la excepción del 2005 que fueron 57, el número de mujeres asesinadas por sus parejas, ex-parejas, amigos, conocidos o simplemente aquellos que se sentían macabramente autorizados para abusar de ellas por ser hombres, ha estado en torno a las 70. Este año la desoladora cifra alcanza ya las 64 y todo hace pensar que en el escaso mes y medio que queda para que finalice la cifra aumentará.
Y esto es en España, donde las políticas de igualdad han dado un paso adelante y superan a las de otros paises de su entorno, aunque mientras una sola mujer siga siendo víctima nunca podremos estar contentos. ¿Qué sucederá en aquellos paises donde la mujer es situada sistemáticamente en un escalón inferior en la sociedad? Donde su libertad llega hasta donde decide su marido, donde desde pequeñas se les educa en una sumisión total hacia el hombre, donde son lapidadas, marcadas y estigmatizadas por no aceptar un papel impuesto en la jerarquía social. Aún hay mucho por hacer.
Volviendo al caso particular de España, llama la atención en el estudio pormenorizado de las cifras el hecho de que la gran mayoría tanto de víctimas como de agresores, alrededor del 50%, se encuentran en el tramo de edad que va de los 20 a los 40 años. Uno siente escalofríos al pensar que las víctimas bien pueden haber sido compañeras de pupitre, al igual que sus asesinos; y no alcanza a entender como aquellos que han estudiado contigo, que han compartido una misma época y se han educado en una misma sociedad, sean los mismos que empleen la fuerza para imponer a una mujer sus designios. Es un hecho que la gran mayoría de estas muertes ocurren a manos de sus parejas o ex-parejas, lo que nos indica que la terrible frase "o conmigo o con nadie" sigue instalada en una sociedad que avanza hacia una igualdad en la que muchos de sus integrantes no cree.
La única forma de acabar con esta lacra es mediante la educación y la intolerancia con el agresor. Si un niño ve en casa comportamientos machistas crecerá creyendo que son normales, ahí las mujeres tienen que exigir igualdad en los quehaceres domésticos y no tolerar actitudes heredadas que eduquen al niño bajo determinados roles. En el silencio y la conformidad se acaban por acatar situaciones que pueden acabar convirtiéndose en tragedias. Y los hombres debemos sancionar y denunciar estas actitudes ante aquellos que se jactan de ellas y ante las autoridades. Olvidando de una vez esa especie de camaradería masculina que normaliza determinadas situaciones.
El amor no se poseé; se siente, se desea y se cuida. El amor no se guarda en una jaula, se vive con él. A aquellos que por el hecho de amar se creen con el derecho de poseer sólo cabe darles la espalda y sacarles de nuestras vidas.

El próximo 25 de Noviembre es un día para pensar en cada una de las víctimas y en cada una de las mujeres que siguen sufriendo cualquier tipo de violencia. Una fecha para desear que no haya más 25 de Noviembre que lamentar que esto sigue sucediendo y que llegue el día en que sea sólo un infausto recuerdo en la memoria.

Para cualquier consulta recomiendo la página del área de Igualdad del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad:
http://www.migualdad.es/ss/Satellite?pagename=MinisterioIgualdad/Page/MIGU_home
(Aquí encontramos las terribles estadísticas).

lunes, 8 de noviembre de 2010

ENTRE LA O Y LA D

Visto lo visto y puestos a analizar la presente legislatura, uno llega a la conclusión que el gran error cometido por el gobierno ha sido tomar la O de Obrero que apellida el nombre de su partido, cambiarla por la D de demócrata y mudar hacia una socialdemocracia similar a la habida en otros paises europeos y que, a fuerza de buscarlos, acaba encontrando más puntos en común con el liberalismo económico de los que uno espera en un partido de izquierdas. Una frontera, a veces difusa, pero que marca la diferencia entre una política global en la que se intenta contentar a todos y atraer así a ese famoso "centro" que todos quieren para sí, y una política más dirigida hacia una ideología y una visión diferente del mundo en el que vivimos.
Así, este PSDE (Partido Social Demócrata Español) ha tendido la mano a la patronal creando una reforma laboral que pone otro eslabón en la cadena con que el empresario sujeta y axfisia al trabajador. Se ha aproximado a la iglesia , y lejos de afrontar una reforma de la ley de libertad religiosa y acentuar la laicidad del estado español, le aumenta las subvenciones y muestra total permisividad ante los desmanes oratorios de sus dirigentes. Y se ha plegado ante la banca, con quien comparte pista de baile en lugar de establecer leyes que regulen su actividad, que eviten que se lucren con los ahorros del ciudadano y que penalicen actividades como las que nos han llevado a la crisis en la que nos vemos inmersos.
Todos le han respondido del mismo modo, sonriendo ante los beneficios que les reporta esta política complaciente para sus intereses, proclamando la insuficiencia de las medidas adoptadas y reclamando un aumento de éstas.
Por tanto, si el gran error cometido ha sido actuar buscando la complacencia de aquellos que le muerden continuamente la mano y olvidando a quienes les dimos nuestra confianza esperanzados en que hay otra forma de hacer política y de dirigir la economía de un país, esperemos que en el año y medio que queda de legislatura se hagan de nuevo merecedores de la O de su nombre y de nuestra confianza, vuelvan por la senda que nunca deberían haber abandonado, legislen de acuerdo a unos principios y una idea de estado y se mantengan firmes en ellos ante las presiones y los consejos de aquellos que pretenden gobernar en la sombra y cuya voracidad no tiene límites.