SIGUEN SIN ENTERARSE

O no se enteran o, pertrechados tras la confianza que se depositó en ellos y que no cesan de quebrar, no se quieren enterar.
Una gran parte de la sociedad española ya no cree en sus palabras. Una generación entera de jóvenes, seguramente la más preparada que jamás haya tenido este país, ve como sus aptitudes son menospreciadas por salarios y empresarios, y sus méritos no son reconocidos. Y el país entero asiste atónito e incrédulo a cómo los días pasan, la indignación aumenta y nada cambia.
Gran parte de nuestros políticos olvidaron por qué y por quién están dónde están. Y dejaron de servir a todos para servir a unos pocos.
La fractura social no es inminente, está sucediendo ya; y en nuestras manos, las suyas, está evitar que llegue a un punto de no retorno.

VOLANTE

Volante nació en Toledo hace cinco años. Desde que nació se vio que Él era distinto a otros de su especie, sus mugidos eran escuchados en las dehesas toledanas y la sola presencia de sus 622 kg. hacia que le siguieran y le respetaran. Realmente parecía ser El Elegido, aquel largamente esperado.
Pero los bárbaros que empleaban a los de su especie para sus sacrificios rituales se llevaron a Volante a las tierras de la meseta castellana, donde seria muerto para escarmiento de los de su raza.
Y así llegó a Tordesillas, donde le hicieron pasar entre filas de personas que le abucheaban y le gritaban, le golpearon duramente y le hicieron correr bajo un sol que le abrasaba sus primeras heridas que, fruto del salvajismo de la muchedumbre, se abrieron en su piel.
Tras horas de sufrimiento Volante fue atravesado por una lanza en su costado derecho y allí cayó finalmente muerto, poniendo fin a su agonía.
"Perdónales, porque no saben lo que hacen". Fueron sus últimos mugidos.

EL BANCO MALO

Imaginemos por un momento que decidimos invertir nuestros ahorros en un negocio que está dando un rendimiento muy alto. Ahora imaginemos que esos ahorros son en realidad los ahorros de mucha gente a la que hemos convencido para que nos dejen guardar su dinero y a los que, no sólo vendemos el producto en el que hemos invertido ese dinero, sino que además les cobramos una elevada comisión por hacerlo. Y, ya por último, imaginemos también que ese producto se ha devaluado, perdemos gran parte de la inversión y ni siquiera podemos adelantar el dinero a quienes confiaron en nosotros para que se lo guardásemos, porque necesitamos ese dinero, su dinero, para paliar esas pérdidas.
Si fuéramos un particular, muy probablemente iríamos a la carcel por estafa, apropiación indebida y enriquecimiento ilícito, ¿verdad?
Pero si eres un banco, lo que haces será pedir al gobierno que te de dinero para reponerte de tus malas inversiones y que se haga cargo de ese stock de producto devaluado.
Y si eres un gobierno como este que tenemos en España, ni les procesará ni les exigirá responsabilidades; sino que atenderá todas sus demandas en lugar de proteger al resto de la ciudadanía, quienes no sólo habrán sufrido las consecuencias de los errores de esos bancos, sino que encima será su propio dinero el que les ayude a recuperarse.


Artículo publicado en El País el 13 de Septiembre de 2012: http://elpais.com/elpais/2012/09/12/opinion/1347472249_496859.html